martes, 4 de febrero de 2014

Puntos suspensivos...




Yo creí que había conectado de forma especial contigo desde siempre, desde que nos conocimos hace casi ya 6 años... Pero resulta que contigo en la distancia no conectamos para nada. Reconozco que últimamente he querido mantener esta conexión previa entre los dos, un poco a la fuerza.

Ya no puedo, no si no me siento lo suficientemente importante para ti. Sí, sí me prestas atención, sí piensas en mí a las 5am y me mandas un mensaje pero leo tus interacciones de Facebook con otras chicas y detecto que hay una que definitivamente sí es especial para ti (al menos públicamente). Y de alguna forma con este comportamiento veo como empieza a suceder algo dentro de ti que seguramente niegas, pero ahí está. Ese algo que te hace pensar en ella todos los días y hacérselo saber, eso que a mí me pasa contigo pero no es recíproco.

Sé por experiencia propia que las conexiones fuertes con las personas trascienden las distancias, incluso las interoceánicas. De hecho tengo una mayor conexión con un italiano (que vive en Italia) al cual nunca he conocido en persona que contigo, con quien tuve una relación bastante más cercana y compenetrada.
Aunque me da tristeza ver como la aparente conexión que tuvimos se va perdiendo con el tiempo y la distancia, no voy a aferrarme a tenerla a fuerza. Será lo que será. La evidencia me dice que es muy probable que nuestra historia se quedará arrumbada en algún rincón de nuestro olvido.

Aún así me mandas un mensaje a las 5 de la mañana, preguntando si "siempre sí iré a verte". Hay días en que tengo ganas de correr al aeropuerto y tomar el primer avión hacia donde tu estás, pero esos días se han vuelto cada vez más escasos. La "espina" dentro de mi sentir que me dice que no soy tan especial para ti se ha encajado más, y me quita las ganas de correr a tu lado, - así sea por tan sólo un instante - La mayor parte de los días siento que te di mucho más de lo que tu me has dado, que te di mucho más de lo que "tocaba" darte. La mayor parte de mis días siento que quererte no vale la pena, ya que querer traspasar tu muralla es una tarea desgastante, frustrante y agotadora.

Así he estado estos días, y hoy tardé demasiado en contestarte el mensaje, la realidad es que no sé cuando es que pueda ir para donde tú estás. Los planes que aparentemente estaban fluyendo para ello se han ido desmoronando poco a poco. Las circunstancias no cooperan. Evidentemente en mis años de experiencia estos discursos del Universo son elocuentes y más vale escucharlos. Es muy probable que lo que tú tienes para ofrecerme no me convenga por el momento. Es probable que si me encuentro contigo caiga de nuevo en tu red y yo termine nuevamente sintiéndome más sola que antes. Quizá el Universo me previene de repetir una historia sin sentido, sin frutos, sin historia en realidad.

Sin embargo parece que no le puedo poner punto final a esta historia y siempre se queda en puntos suspensivos... Recibir un mensaje tuyo/saber que piensas en mí aún hace que mi corazón "se salte un beat".


1 comentario:

  1. Acepta ese beat como el principio de lo que sabes que mereces y lo que en verdad quieres...

    ResponderEliminar