Tenía tiempo de no sentirme tan idiota. Por más que trate de estar plenamente consciente del nivel de ennublamiento mental que el enamoramiento causa, hoy se me escapó de las manos. Olvidé por un segundo todo el aprendizaje que he obtenido durante todos estos años. Me dejé llevar por mis emociones, dejé que la frustración tomara el control. ¿Qué hice? Le reclamé a alguien algo y yo no tenía pero NINGÚN derecho de hacer ese reclamo. NINGUNO. Me convertí en víctima y dejé que una circunstancia exterior influyera al 100% sobre mis emociones. ¿Por qué? Porque me importa mucho lo que esa persona piense de mí, porque quiero ser para esa persona alguien que no soy.
Esta situación me puso en perspectiva de un madrazo. Espero esto sea por fin lo que me quite de una vez por todas la venda de los ojos y empiece a ver las cosas más como son y menos como yo quiero que sean. Definitivamente aún me falta mucho camino por recorrer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario